This boots are made for walking
El año pasado, en verano, caminé kilómetros y más kilómetros. Salía a las 8.30 y unos tres cuartos de hora después volvía a casa, lista para ducha, desayuno y un nuevo día. Me sorprendía haberme levantado tan tarde a lo largo del invierno y la primavera, ¿qué es eso de salir de la cama a las 10 de la mañana?
Ahora que vuelvo a trabajar recuerdo por qué me costaba levantarme. No hay un nuevo día, sino un día más. Pero hoy no. Hoy me he levantado antes de las 9, he salido a comprar cereales (el pan de lino ha sido un añadido sobre la marcha), y he vuelto sobre los pasos del verano pasado. Quizá lo de hoy sea una excepción, o quizá me desperece y salga antes de la cama (si ya estoy despierta, de todas formas).
De momento es viernes, y mañana iré a comprarme un helado.